EL CASTILLO Y SU HISTORIA

El paisaje

La ciudad de Jaén se encuentra ubicada al pie del Cerro de Santa Catalina, lo que le confiere un urbanismo peculiar dominado por las cuestas que a su vez proporciona miradores espectaculares que se abren en el horizonte. Hacia el  Norte se extiende la llanura de la depresión del Guadalquivir donde predomina el cultivo del olivar y las huertas junto al río Guadalbullón. Al Sur en cambio, se levantan cerros y montañas tan populares y representativas de su paisaje más cercano como son la Peña de Jaén, Jabalcuz y la Mella de Jaén, todas con altitudes superiores a los 1000m. Estas montañas pertenecientes a la parte más oriental de las Cordilleras Béticas, constituyen un bello y mágico entorno natural que ofrece múltiples opciones para disfrutar al aire libre.

El cerro de Santa Catalina donde se asienta el castillo, forma parte del parque periurbano Santa Catalina compuesto por los montes de Santa Catalina, Neveral, Imora y Almendral con una extensión de más de 196 Ha. En su interior coexisten elementos patrimoniales y culturales como el sendero islámico, la muralla y restos arqueológicos junto con otros naturales como su flora y fauna, de las que es posible disfrutar durante un recorrido a pie o bicicleta por cualquiera de sus numerosos senderos, así como  las formaciones geológicas que proporcionan unas paredes rocosas ideales para la escalada deportiva.

Mirador de la Cruz del Castillo

A menos de 5 minutos del castillo nos encontramos con el mirador de la Cruz, desde donde podemos contemplar unas vistas espectaculares de la ciudad y sus alrededores. Desde tiempos de la conquista cristiana, allá por el siglo XIII, hubo cruces en este lugar, que eran cuidadas por las Hermanas de la Orden de Santa Clara. A finales del siglo XIX, el cuidado pasa a una familia giennense: Los Balguerías, los cuales donaron esta cruz de hormigón armado en los años 50.

Desde ella se divisa todo el casco antiguo y sus monumentos, como la Catedral renacentista, las iglesias medievales y edificios tan singulares como el Palacio de Villardompardo, el Antiguo Convento de Santo Domingo o el Antiguo Hospital de San Juan de Dios. También puede distinguirse las zonas de expansión de la ciudad e incluso pueblos como La Guardia, Mancha Real, Úbeda y Baeza. Podemos apreciar las impresionantes sierras de Jaén, avistando montañas como la Peña de Jaén, el cerro Neveral, Jabalcuz, La Mella o más en la distancia, el Parque Natural de Sierra Mágina.